Si de algo estoy orgulloso de
mi paso por la Jefatura de Protocolo del Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de
Gran Canaria, es mi aportación al Cuerpo de Bomberos, o como realmente se
denomina el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamentos.
El día 8 de marzo, festividad de San Juan de Dios,
celebran su patrón. El primer año, el año 2008 fue el primer patrón que tuve
que organizar. Poca cancha me dieron y tuve que adaptarme. Ellos de siempre han
celebrado este acto en las cocheras del parque central. Allí adaptaban un altar
improvisado y allí mismo oficiaban una misa.
La ubicación favorecía la corriente de aire, y así las
banderas se cayeron en varias ocasiones, hasta el punto en que tuvimos que
improvisar una base con sacos de arena y cubrirlos con un mantel, y al haberse
caído poco antes de que llegara el Alcalde, justo cuando yo salía a recibirlo,
los bomberos las ordenaron nuevamente, aunque por desconocimiento mal
ordenadas, quedándose detrás de las mismas un bombero, por si volvían a caerse.
Durante el acto le entregaron
un trofeo a un bombero que había tenido una acción heroica en un rescate
durante un incendio, poniendo en peligro su propia vida. No le importó, le pesó
más el sentido del deber que el sentimiento por su propia vida, ese es al fin y
al cabo el espíritu de los bomberos, primeros los demás, y luego uno mismo.
Pues bien, en dicho acto le entregaron a este bombero
dicho trofeo en reconocimiento público. Cuando me dieron el trofeo pensé que me
estaban “vacilando” pues sencillamente parecía de los chinos. Me dijeron que
no, que era en serio. El trofeo era una suerte de bombero que sostenía en
brazos un niño, todo en color aluminio y con el casco en dorado. Había que
echarle imaginación para ver un bombero pues más bien parecía un astronauta, y
definitivamente feo y horroroso era indigno presente para quien había
arriesgado su vida.
Inmediatamente
pregunté que por qué no le daban una medalla, la respuesta fue contundente,
porque no tenemos, no existe. Recuerdo que al finalizar el acto y llegar al
despacho, comenté con el Alcalde que no podía ser que la policía local tuviera
reglamento de honores, y los bomberos con mayores riesgos no tuvieran esa
opción. Así que le pedí permiso y me puse manos a la obra para elaborar un
reglamento de honores y crear una medalla para el Servicio de Extinción de
Incendios y Salvamento. El primer paso fue elevar petición oficial por parte
del Concejal de Seguridad, así que como máximo responsable del Servicio de
Extinción de Incendios y Salvamento, me solicitó que instruyera el
procedimiento para la creación de un reglamento de honores para el SEIS.
Tras
los informes previos preceptivos de la Dirección General del Servicio Jurídico,
así como el perceptivo informe de fiscalización de la Intervención General y la
correspondiente Reserva de Crédito, se elevó a la Junta de Gobierno Local el
borrador del “Reglamento de Distinciones del Servicio de Extinción de Incendios
y Salvamento del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria”, aprobándose con
fecha 28 de enero de 2009.
Con
fecha 3 de febrero de 2009 fue elevado a aprobación por la Comisión Especial
del Pleno de Honores y Distinciones, remitiéndose a la publicación en el
Boletín Oficial de la Provincia de Las Palmas. Se publicó el viernes día 6 de
febrero de 2009, en el boletín número 18. No habiéndose recibido alegaciones en
contra, un mes más tarde entró en vigor el reglamento.
Se
creaba así la “Medalla al Mérito en el Servicio” del Cuerpo de Bomberos de Las
Palmas de Gran Canaria, para saldar una deuda histórica con el mejor cuerpo y
servicio del Ayuntamiento.
Confieso
que me costó bastante realizar la medalla, pues no soy dibujante, pero el
cariño a este cuerpo me hizo echarle horas y horas, hasta lograr el diseño
final.
Según el artículo 2 del Reglamento de Distinciones del
Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Las Palmas
de Gran Canaria, determina que la medalla será circular de 42 milímetros de
diámetro y llevará en su parte superior una anilla redondeada de 15 milímetros
en sentido horizontal y siete milímetros en el vertical.
En su anverso llevará concéntricamente ubicado el
distintivo del Cuerpo de Bomberos de Las Palmas de Gran Canaria. Fuera del
círculo y a modo de orla que se entrelaza con cantones que lo abraza, dos ramas
de laurel y olivo. La primera simboliza la victoria y la segunda la robustez
del cuerpo de bomberos. Sobre el todo un castillo que es símbolo de la ciudad
que custodian y defienden, y a ambos lados, a modos de soportes dos canes
rampantes enfrentados mirando al interior de la medalla. En el interior llevará
el lema “AL MÉRITO EN EL SERVICIO” o “AL MÉRITO”.
Su reverso, de análoga factura, ostentará en el centro de
la medalla el escudo histórico del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria,
proporcionado a las dimensiones del escudo. No figurará el lema del anverso.
La celebración del Patrón de
los Bomberos, del año 2009 fue radicalmente opuesta a todas las anteriores.
Comenzaba una nueva etapa en la visibilidad de los Bomberos. Logré convencerles
para hacer el acto fuera del parque central.
La misa tendría lugar en la Parroquia de San Agustín o
Santa Rita. En dicha parroquia se custodia el Cristo de la Vera Cruz, patrón de
la Ciudad, pero no era ese el motivo, sino la cercanía a la Plaza de Santa Ana,
donde luego tendría lugar el acto institucional.
El Alcalde acompañado del Concejal de Seguridad saludó a
las autoridades en la puerta de la Iglesia, y a los miembros del Cuerpo de
Bomberos.
En la iglesia de determinó que
los primeros bancos del lado de la Epístola fueran para los bomberos. En primer
lugar se sentó el Concejal de Seguridad; seguidamente el Director General de
Seguridad; y a partir de ahí la cúpula del Cuerpo de Bomberos por su orden. Los
primeros bancos del lateral del Evangelio, se utilizó para ubicar las
autoridades del R.D. 2.099/1983, comenzando por la Delegada del Gobierno en
Canarias.
En la nave del crucero en el lateral del evangelio se
ubicó la corporación municipal, quedando el Alcalde el más cercano al Altar.
Salta a la vista que la solemnidad de esta misa poco o
nada tenía que ver con la celebrada el año anterior, o mejor dicho los años
anteriores en la cochera del parque central de bomberos. Con esta misa se
honraba al Cuerpo de Bomberos y se le daba a la celebración de su patrón la
solemnidad que merecen por ser el mejor servicio público municipal, el mejor
valorado y el único exento de críticas. Por eso era de justicia honrar
debidamente a este cuerpo, y sacarlos de su parque central.
Tras la misa tuvo lugar el acto institucional en la Plaza
de Santa Ana. Curiosamente el primer año que realizamos el acto institucional
en la calle coincidió con la primera entrega de las Medallas del Cuerpo de
Bomberos, ya que se habían aprobado a comienzos de 2009.
El acto constaba de dos partes, en la primera parte ser
haría entrega de las primeras medallas recién creadas, en la segunda parte los
bomberos realizaron una exhibición de materiales y técnicas de actuación. El
acto fue todo un éxito a juzgar por la acogida del mismo y por la atención que
suscitó ante la prensa. Habíamos logrado el objetivo, darle luz y notoriedad al
día del Patrón de los Bomberos.
Se entregaron las primeras medallas, incluidas a dos
civiles, curiosamente dos historiadores que habían realizado el único libro
existente con la historia del Cuerpo de Bomberos. Ante la escalinata de las
Plaza de Santa Ana y con las Casas Consistoriales al fondo se estableció el
estrado con la mesa presidencial y a la derecha de estos y sobre moqueta roja
los homenajeados. Sólo el primer año utilicé la Policía de Gran Gala para darle
mayor institucionalidad, pero sobre la marcha entendí que no tenía razón de ser
mezclar cuerpos, por lo que a partir del siguiente año prescindí de la policía
local de gran gala. Por supuesto, entre los bomberos que recibieron la medalla
se encontraba aquel agente que había arriesgado su vida, y que el pasado año
había recibido aquella horrorosa escultura con la que pretendían honrar su
valentía, se hacía justicia con su heroica actuación.
En la segunda parte los bomberos relataban varias de las
actuaciones a las que se enfrentan habitualmente, con una exhibición de medios
y acciones. El público agradeció mucho las aclaraciones que el relator del
cuerpo de bomberos iba realizando.
Desde el año 2009 la celebración del día del Patrón de
los Bomberos, 8 de marzo, festividad de San Juan de Dios, tiene la solemnidad
que el cuerpo merece. Primero una misa solemne en la Parroquia de San Agustín o
Santa Rita, y luego acto institucional y exhibición en la plaza de Santa Ana.
La estructura es siempre la misma e incluso el año 2011
se aprovechó para hacer entrega de los diplomas de finalización del período de
prácticas, a los alumnos de la última promoción de bomberos, quedando el acto
muy solemne. Como fondo siempre se ha utilizado camiones de bomberos, para
garantizar que cada vez que se hiciera una foto a la mesa presidencial, se
leyera “Bomberos”. Igualmente como detalle simpático, a las bases de las
banderas, para evitar que se cayeran por el viento se les enrolló un juego de
mangueras, lo que les dio un toque diferente y singular, pero muy acorde al
acto.
A la
vista de las fotos del año 2008 y los años anteriores, que duda cabe que la
festividad del Patrón de los Bomberos ganó en solemnidad y realce público. Como
dije al comienzo de este artículo, si de algún acto me siento orgulloso en mi
paso por la Jefatura de Protocolo del
Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, es de este, pues fue como
devolverles el lugar de Honor que nadie entiende por qué no ocupaban, así como
el acto de Homenaje a los Bomberos Caídos.
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