jueves, 8 de septiembre de 2011

Hermanamientos Internacionales / Rabat - Marruecos

                El hermanamiento con la Ciudad de Rabat, lo solicitó dicha ciudad por medio del Cónsul General de Marruecos en Canarias, el Honorable Sr. don Abderrahman Leibek. Los lazos de Canarias con Marruecos son más que obvios No sólo ha existido siempre una buena vecindad, sino que además existe una gran comunidad marroquí en Canarias, principalmente en Las Palmas de Gran Canaria.

                Estudiado el asunto se decidió aceptar el hermanamiento pues se entendió que a efectos culturales y comerciales podría ser muy beneficioso para la Ciudad, de tal suerte que comenzaron las conversaciones entre los ayuntamientos.

                Por parte de Las Palmas de Gran Canaria, se avisó también al Excmo. Sr. don Luis Planas, Embajador de España en Marruecos, quien acogió con agrado la noticia, sobre todo porque es íntimo amigo personal  de don Jerónimo Saavedra. El Excmo. Sr. don Luis Planas, es actualmente el Embajador de España ante la Unión Europea.

                En este caso el documento de iniciación del hermanamiento, la firma del Manifiesto de Intensiones se hizo de forma postal, cruzando documentos idénticos en español, francés y árabe. Manifiesto aquí el profundo agradecimiento al Consulado General de Marruecos por su colaboración, pues si en ellos jamás habríamos traducido los acuerdos al árabe.

                La visita de nuestra delegación a Marruecos se produjo los días 3, 4 y 5 de diciembre de 2008, toda vez que el propio Consulado General había expedido los visados pertinentes. A pesar de que Marruecos está al lado de Canarias, y debido a que por el día no podíamos utilizar el vuelo de la compañía Binter Canarias que vuela una vez por semana a Marruecos tuvimos que llegar hasta Madrid para luego volar hasta Casablanca.

                Al llegar a Casablanca nos esperaba el Jefe de Gabinete del Alcalde de Rabat, a pie de avión. Desde allí nos condujeron a la sala da autoridades. En lo que sellaban nuestros pasaportes y recogían nuestro equipaje, nos ofrecieron un té  y unos pastelitos. Da igual la hora que sea, para ellos el té es como agua.

                Nuestra delegación estaba formada por el Excmo. Sr. Alcalde, don Jerónimo Saavedra Acevedo, por el Jefe se Secretaría Particular don Luis Carlos Núñez, y por mí mismo como Jefe de Protocolo.

                Al salir del terminal nos esperaban los coches. Nos habían avisado desde la Embajada para que no nos chocara, nos harían viajar en vehículo diferente al del Alcalde, nos tratarían igual de bien, pero él es el Alcalde nosotros meros invitados. Así fue, dos vehículos idénticos, el primero para el Alcalde y el Jefe de Gabinete de su homólogo de Rabat y el siguiente para nosotros. Por supuesto no se puso el más mínimo reparo, entendimos y respetamos la costumbre.

                Fuimos al hotel a dejar La Tour Hassan donde ya nos esperaban con las llaves en mano. Tuvimos el tiempo justo de refrescarnos un poco y salir pues nos esperaba el Acalde y su delegación para comenzar los actos oficiales.

                Nos dirigimos a la plaza de la Torre de Hassan, donde visitamos el Mausoleo de Mohamed V, como muestra de respeto y tributo a la Dinastía Alauita. Allí nos recibió el Alcalde de Rabat con quien nos entendíamos en francés, dado que su español era un poco de “yo Jean tú Chita”, sin embargo entre su delegación existían miembros que hablaban un perfectísimo español.


                Nos contaron la historia del Mausoleo, y tras descalzarnos entramos en el templo. Se rindió tributo y minuto de silencio ante las tumbas de Mohamed V y Hassan II, abuelo y padre del actual rey, y antes de abandonar el mausoleo el Alcalde Saavedra firmó en el Libro de Honor.


                Al salir del edificio, la prensa marroquí pidió una foto de familia y palabras de las delegaciones, pues era el primer Hermanamiento Internacional para Rabat. La prensa marroquí quedó  asombrada cuando observó que nuestro alcalde no hacía uso de traductor, ya que domina perfectamente el francés. Tras las declaraciones nos invitaron a asomarnos  al final de la plaza, desde donde se divisa una singular estampa de  la ciudad, y al tener el océano atlántico, dijimos jocosamente por ahí se va a Canarias, y todos reímos. Desde el primer minuto se había  creado una muy buena atmósfera entre las dos delegaciones.



                Desde aquí nos dirigimos al almuerzo que había sido previsto en el Club Náutico de Rabat, en una bonita marina construida casi en la desembocadura del río Bu Regreg en la región de Raba Salé. Allí se sumó a la comitiva oficial marroquí el Sr. Mamai Bahija Wali de la Wilayah de Rabat-Salé-Zemmour-Zaer, que había sido quien alentó al Ayuntamiento de Rabat para solicitar este hermanamiento.





                Tras la  comida tuvimos un tiempo de descanso y luego realizamos una visita a la Biblioteca Nacional de Marruecos. Los asuntos culturales eran unos de los ejes principales del hermanamiento. Como presente realizamos una copiosa entrega de publicaciones municipales y se manifestó el compromiso que se ratificaría al día siguiente con la firma del hermanamiento, por el cual se enviarían varios ejemplares de todas las publicaciones municipales que fueran editándose, para incrementar el fondo de la Biblioteca Nacional de Marruecos. Hicieron mucho hincapié en los asuntos culturales, al día siguiente, en una visita al Instituto Cervantes descubrimos que en Marruecos existen 6 centros cervantes, lo que demuestra el gran interés que tienen por nuestra cultura. El Director General de la Biblioteca nos comunicó que con las donaciones recibidas y todas las que llegasen se montaría una sección denominada España – Municipio Hermano – Las Palmas de Gran Canaria, nos consta que así ha sido.


                Después de esta visita nos llevaron a hacer un recorrido por la ciudad para culminar en La Medina, donde cenamos en un increíble restaurante llamado Zerieb. Me chocó ver el contraste de la opulencia del interior con la soberbia  humildad del exterior y el entorno. Al comentárselo a nuestros colegas de Rabat no explicaron que eso tiene que ver con el Islam, el Islam proclama que no exista la envidia. Por eso el exterior es como el entorno humilde, todos son iguales, luego de puertas a dentro cada cual que tenga lo que quiera… curioso porque el contraste era bastante fuerte. Ahí nos dimos cuenta de otro aspecto que tendría que reforzar este hermanamiento, el conocimiento mutuo de las raíces y costumbres de nuestras culturas.


                La jornada del día 4 comenzó con una visita al Instituto Cervantes de Rabat. Aquí el director nos informó el increíble aumento de matrículas en los cursos del centro, sobre todo en los cursos de español. Marruecos es el país extranjero con mayor número de centros Cervantes, nada más y nada menos que 6, en Casablanca, Fez, Marrakech, Rabat, Tánger y Tetuán. Allí conocimos las instalaciones y se realizó una pequeña donación de libros de las publicaciones municipales para incrementar la biblioteca. El Director se emocionó al recibir la donación pues pensó que sólo se trataba de una visita de cortesía protocolaria. Tras la firma del Alcalde en el libro de honor de la institución, nos dirigimos a la Alcaldía de Rabat para la firma del hermanamiento, donde nos esperaba ya el Embajador de España en Marruecos el Excmo. Sr. don Luis Planas.


                En el ayuntamiento de Rabat nos esperaba en la puerta principal el Alcalde y nuestro Embajador.  El edificio era imponente a la vez que de líneas sencillas, escondiendo un gran tesoro en su interior, un fabuloso lucernario que cubría un inmenso patio que comunicaba todas las plantas el edificio. Las celosías eran sencillamente fascinantes, todo un prodigio de filigranas de mampostería.

                Al subir nos dirigimos al despacho del Alcalde donde los Alcaldes y el Embajador de Rabat departieron tranquilamente mientras mi colega de protocolo del Ayuntamiento de Rabat, y yo comprobábamos que todo estaba listo. Una vez todo estuvo dispuesto el Alcalde firmó en el Libro de Honor de Rabat. Dispusieron el libro en el propio despacho del Alcalde, en su mesa de trabajo.


                Tras la firma en el libro de honor nos trasladamos todos a la sala de juntas donde se había preparado el acto forma de la firma del hermanamiento. Las delegaciones se sentaron enfrentadas para hacer público y manifiesto sus intenciones de hermanamiento, y sus firmes voluntades de cumplimiento. Dado que en Marruecos no existen banderas autonómicas ni municipales, decidimos sólo usar en reciprocidad la bandera de España. El lateral de cada delegación la presidía obviamente un banderín de sobremesa de cada país. La ratificación de y rúbrica de los documentos se había dispuesto a efectos de prensa en un extremo de la mesa y tras las sillas las banderas de los países.

                Al ver el escenario me di cuenta que las banderas traseras, a pesar de ser grandes, desaparecerían ocultas tras los propios firmantes y los asesores, y que no se verían, por lo que indiqué que deberíamos colocar otros dos banderines, yo había llevado varios. Aquí esgrimí que en señal de hermanamiento, la bandera marroquí debería estar en el lado español y viceversa. Aceptaron de buen grado, por suerte no se dieron cuenta que mi objetivo era que presidiera en las fotografías la bandera española. El Embajador de España, como buen diplomático se dio cuenta de la “jugada” y luego en secreto me felicitó el “gol”.

                El hermanamiento se firmó triple documento de idéntica redacción, en árabe, español y francés. La sorpresa fue al terminar la firma desenrollaron dos pieles de cordero donde habían escrito el acta de hermanamiento, un “corderito” en español y otro en árabe. Nosotros nos quedamos con el escrito en árabe y se puede ver en las Casas Consistoriales de Las Palmas de Gran Canaria, colgado en el pasillo de la Alcaldía conjuntamente con el resto de los hermanamientos.


     Tras la firma de los hermanamientos llegó el momento del intercambio de presentes. Por nuestra parte existe la costumbre de obsequiar sólo cuando visitamos el municipio hermanado pero Rabat ofrenda en todos los actos. Nosotros le ofrecimos la Medalla de Oro de la Ciudad, como Municipio Hermanado, así como una edición de lujo de la historia de Las Palmas de Gran Canaria. Quedaron impresionados con la medalla de oro, pues ellos esperaban un regalo más modesto. Nosotros les indicamos que como municipio hermanado merecían el mayor merecimiento que el municipio puede otorgar a una entidad jurídica. Ellos nos ofrendaron con un singular trabajo de orfebrería que simboliza la Puerta de Rabat. Al cónsul le obsequiaron con una metopa de Rabat, igual que al resto de los miembros de la delegación española. Acabamos todos brindando con té y pastelitos.


                Los actos de hermanamiento se culminaron con un almuerzo oficial en el Club de Golf Royal Dar Essalam de Rabat, en medio de un increíble bosque a pocos kilómetros de Rabat. El Alcalde de Rabat tenía que salir de viaje y por eso se habían condensado los actos, y al salir confesó que estaba tan a gusto que se estaba pensando suspender su viaje y su agenda, indicándole a su secretaria con tono socarrón que suspendiera todo que estaba con sus hermanos. Cundió la carcajada general demostrando una vez más la gran camaradería que se había creado desde el primer momento.


                Si habíamos comenzado la jornada con la visita a un centro cultural, ahora tocaba la visita al Centro de Emprendedores y Negocios de Rabat, otra de las instituciones que habían mostrado mucho interés por la firma del hermanamiento. Desde este centro se canalizan inversiones económicas desde Marruecos a Canarias y viceversa, al mismo tiempo que es un centro de formación de emprendedores, por eso vieron claro la importancia del hermanamiento, tener al ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de su lado puede ser una herramienta muy importante para favorecer las relaciones económicas.


     Por la noche tuvimos una fabulosa cena en la residencia del Embajador de España, donde nos comentó que jamás había visto a las autoridades marroquíes tan entregadas, y que ese era un buen síntoma, según nuestro Embajador ellos sólo se entregan así cuando creen en algo de verdad y cuando están dispuestos a darlo todo. No se equivocaba, las relaciones han sido muy fructíferas y enriquecedoras.

     Al día siguiente tocó nuevamente periplo, Rabat – Casablanca, Casablanca – Madrid, Madrid – Gran Canaria, no sin antes aprovechar la mañana para disfrutar del siempre exigido regateo en la medina y bazares de Rabat.


 


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